Las mejores técnicas de estudio
Hola,
Aquí vamos con otro artículo de Laboratorio Docente.
Esta vez hablaremos sobre qué técnicas de aprendizaje realmente funcionan y por qué algunas de las que siempre hemos usado en el aula podrían no ser tan efectivas como pensamos.
Pensemos en cómo solemos ayudar a nuestros estudiantes a estudiar: quizás les sugerimos que subrayen, hagan resúmenes o repasen el material una y otra vez.
Pero ¿sabías que la investigación muestra que estos métodos pueden no ser tan efectivos?
Un reciente meta-análisis (Donoghue y Hattie, 2021) revisó más de 240 estudios y clasificó las 10 técnicas de aprendizaje más comunes según su efectividad en el aula.
¡Y hay sorpresas!
Las técnicas más efectivas no son necesariamente las que solemos ver en el día a día de nuestras clases.
Estas son las técnicas más efectivas para estudiar según los últimos estudios
Mira la siguiente tabla:
De hecho, las dos técnicas más efectivas resultaron ser la práctica distribuida y la práctica de recuperación. Esto no significa hacer pruebas cada semana, sino aprovechar estas técnicas para ayudar a los estudiantes a organizar mejor sus conocimientos y mejorar su capacidad de recordar información a largo plazo.
¿Pero en qué consisten realmente estas técnicas
1. La práctica distribuida: lo contrario a "estudiar la noche antes"
La práctica distribuida implica espaciar las sesiones de estudio en el tiempo en lugar de concentrarlas todas de una vez. Así, se reduce el riesgo de "calentar materia" (sobreacumulación de información en una sola sesión) y se aumenta la retención.
Por ejemplo, en lugar de pedirle a los estudiantes que revisen todos los temas el día antes de la prueba, podríamos planificar un esquema de repasos distribuidos en el tiempo, repasando temas clave varias veces en periodos más cortos. Esta técnica no solo favorece la memorización, sino que también mejora la organización mental de los contenidos, lo que hace una gran diferencia al aplicar el conocimiento en situaciones nuevas.
2. Práctica de recuperación: estudiar no es solo "leer y releer"
La práctica de recuperación implica que los estudiantes recuerden activamente lo que han aprendido en lugar de simplemente leer o repasar. Esto puede lograrse mediante cuestionarios de autoevaluación, ejercicios de escritura libre sobre temas específicos o actividades de “cierre” al final de cada clase, donde los estudiantes expliquen lo aprendido en sus propias palabras. Estudios muestran que la práctica de recuperación no solo mejora la retención, sino también la autonomía y la confianza del estudiante.
Entonces, ¿por qué seguimos recomendando subrayar, resumir y releer?
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes…
Según Donoghue y Hattie (2021), estas técnicas de “baja efectividad” como subrayar, resumir y releer no producen un impacto significativo en el aprendizaje a largo plazo.
El tema es que son fáciles de implementar para los estudiantes, lo cual tiene 2 desventajas:
Fomentan un estudio superficial que rara vez permite al estudiante profundizar en el contenido.
Generan la falsa sensación de que se "ha estudiado bien," cuando, en realidad, los resultados muestran que el aprendizaje profundo es muy limitado.
¿Qué significa esto para nuestra práctica en el aula?
Los hallazgos sobre estas técnicas no solo nos brindan una comprensión teórica, sino que ofrecen oportunidades prácticas para potenciar la enseñanza. Aquí te dejo algunas ideas concretas que puedes probar en el aula:
Planifica repasos distribuidos en el tiempo
En lugar de asignar un solo repaso justo antes de una prueba, organiza mini-repasos a lo largo de varias semanas. Estos repasos pueden ser breves, de solo 10-15 minutos, y servir para retomar los conceptos clave. Los estudiantes no solo retendrán mejor la información, sino que se sentirán más seguros para aplicar el contenido en diferentes contextos.Incorpora la práctica de recuperación con frecuencia
Añade preguntas rápidas al final de cada clase para que los estudiantes recuerden el contenido y se autoevalúen. Puedes hacer un resumen oral al inicio de la clase siguiente, pidiéndoles que compartan en sus palabras lo que recuerdan. Así, logras que practiquen la recuperación y se vuelvan más autónomos en su aprendizaje.Introduce prácticas intercaladas
En vez de enseñar un tema completo en una sola clase, intercala distintos tipos de ejercicios o preguntas. Por ejemplo, en matemáticas, mezcla problemas de álgebra y geometría en una misma sesión para que los estudiantes aprendan a identificar cuándo y cómo aplicar cada concepto. Esta técnica no solo fomenta la discriminación de conceptos, sino que mejora la flexibilidad cognitiva.
Cuando lo necesites, así es como te puedo ayudar:
Programa de formación docente para mejorar prácticas pedagógicas usando datos (link).
Talleres prácticos a docentes en evaluación formativa. Pregunta por las distintas modalidades.
Análisis de datos de tu institución educativa para tomar decisiones informadas por evidencia.
¡Gracias por leer!
Lucas Silva Didier - Laboratorio Docente